SOCIEDAD OCCIDENTAL…UNA CULTURA, UNA APROPIACIÓN DE ESPACIO
La Cultura, como el conjunto de valores, modelos,
sistemas de creencias a través de las cuales una sociedad se desarrolla, es el
principal eje de partida para asimilar y entender las formas y maneras de
comportarse un determinado grupo social. Algunas características del concepto de
cultura pueden ayudar a explicar su
amplitud:
En primer lugar,
el término de cultura abarca una dimensión visible y concreta, incluyendo todas
las expresiones y disciplinas relacionadas con el arte y el conocimiento:
bellas artes, ciencias y tecnologías, industrias culturales y medios,
institucionalidad educativa, en general todas las expresiones humanas que
cristalizan un patrimonio cultural.
También existe
otra dimensión que refiere a las ideas, los valores, las normas de convivencia
y las tradiciones compartidas por un colectivo que definen aquello como: “lo
nuestro, lo bueno y lo esperable”.
Esta dimensión
implica que cualquier actividad humana, siempre está provista de sentidos que
trascienden por el intercambio material, estas representaciones que emergen de
la cultura, son codificadas por la personas a través del lenguaje.
Por lo anterior,
las personas no son sólo los portadores de la cultura que les es transmitida
sino que también son los re – productores de su propia cultura, siendo esta
capacidad creadora un rasgo distintivo y exclusivo de los seres humanos.
Finalmente se entiende, que la
comunicación no es un fenómeno anexo a la cultura, sino que al contrario, las
culturas existen en tanto se comunican y se integran. Todos los fenómenos
culturales afectan todos los ámbitos de la vida humana.
Ahora bien, ¿de
dónde proviene nuestra cultura occidental? Es importante tener presente tal
origen.
Denominamos Cultura Occidental al proceso histórico que apareció en Grecia alrededor del siglo VI a. de C. y que define el modo de percibir y manejar la realidad mediante la razón, lugar común donde diferentes personas construyen su identidad a través de un banco de representaciones mentales compartidas que definen el sentido de la verdad.
Históricamente la cultura
occidental abarca sus raíces en el pensamiento griego, donde la idea de
naturaleza como aquello que las cosas son y que desde ellas mismas determina su
modo de comportarse, exige una explicación racional.
Otro de los sostenes de esta cultura occidental lo conforma la doctrina cristiana, que integra al hombre occidental en el mundo a través de la fe, mediante la división del cuerpo y el alma y la supremacía de ésta.
Un tercer soporte histórico lo constituye la ilustración: el conjunto de ideas cuyos pilares son una visión mecanicista del mundo y el perpetuo mejoramiento, que iluminan nuestra época moderna en la creencia de que la humanidad evoluciona hacia su punto culminante: ´la civilización cristiana occidental´: la libertad, la igualdad y el progreso.
Otro de los sostenes de esta cultura occidental lo conforma la doctrina cristiana, que integra al hombre occidental en el mundo a través de la fe, mediante la división del cuerpo y el alma y la supremacía de ésta.
Un tercer soporte histórico lo constituye la ilustración: el conjunto de ideas cuyos pilares son una visión mecanicista del mundo y el perpetuo mejoramiento, que iluminan nuestra época moderna en la creencia de que la humanidad evoluciona hacia su punto culminante: ´la civilización cristiana occidental´: la libertad, la igualdad y el progreso.
En resumen, la cultura
occidental está influenciada por la cultura clásica griega, en cuanto al aporte
de filosofía política; por la cultura religiosa judeo cristiana por sus
creencias religiosas (catolicismo) y la cultura romana en cuanto a
Instituciones y el derecho.
Por consiguiente, teniendo la
definición de cultura y los orígenes de sociedad occidental, vamos a referirnos
a lo que es el espacio. El espacio es el lugar al
que se pertenece, juega el papel junto con otros componentes de la cultura de
constituir la identidad de los individuos y los grupos. La identidad, no puede ser analizada como una esencia
estática, inmodificable, como una fotografía (Aguado y Portal, 1992, 46),
en realidad en las sociedades complejas se configuran distintos niveles de
identidad, que permiten comprender los diversos niveles por los que un
individuo o grupo social transcurren y se interrelacionan con los diferentes
sectores sociales que componen a la sociedad para alcanzar la reproducción de
la cultura. Desde esta perspectiva es posible conceptuar a la
multiculturalidad, entendida ésta como las múltiples relaciones sociales y los
distintos niveles de identidad presentes en una sociedad que conviven, se
relacionan y se reproducen culturalmente. En términos de León Olive,
(1999) el multiculturalismo consiste en aceptar, al interior de una sociedad la
existencia de diversos sistemas normativos y valorativos acerca de la
naturaleza humana que coexisten en un mismo espacio, generalmente al interior
del un estado–nación.
El
espacio significa un escenario para el ejercicio de poder. Desde la perspectiva de
occidente y de la evidencia ideológica del progreso, el hombre se concibe como
ajeno a la naturaleza, y ésta adquiere el valor de ser la proveedora de bienes
y satisfactores, se le concibe y significa disociada de la sociedad y como un
elemento más del espacio. La sociedad occidental, consecuente con su idea de
progreso y a partir del desarrollo de las fuerzas productivas que sostienen al
capitalismo se atribuyen la facultad de explotar hasta su máxima expresión a la naturaleza, no importa que ésta agote su capacidad de reproducción. En este sentido, la
estructura del espacio se concibe como la formulación de centros y círculos
concéntricos que permiten objetivar y otorgar un orden a los elementos lo que
contienen. El espacio siempre
estará mediado por la cultura.
El espacio y la naturaleza es un asunto de obtención de recursos y
mercancías, se tiene el derecho de actuar y ejercer dominio sobre él, ocuparlo
y transformarlo. En cambio para los
integrantes de las otras culturas, por ejemplo para pueblos indígenas, el
espacio es un asunto de sobrevivencia y de mantener un orden establecido con la
naturaleza, no en balde se conceptualiza como la madre tierra a quien hay que
cuidar, venerar, respetar, pedir permiso, para poder realizar cualquier
actividad. Tal transformación del espacio, ha generado unas
características propias de la sociedad occidental, entre las cuales tenemos:
·
El progresivo alejamiento de
conceptos y elementos de la esencialidad humana, preguntas acerca del sentido y
de la raíz de la existencia, las prácticas que llevan al contacto con la propia
interioridad. Cada vez más somos más alejados de las ideas de crecer como
personas y por el contrario, somos llevados por la ley del poder adquisitivo
que nos brindan las tecnología y el desarrollo de hoy.
·
Una marcada dirección hacia la
externalidad.
·
Un acelerado desarrollo
científico, tecnológico y material, desconectado de las necesidades humanas
esenciales. Estos avances han sido por un lado muy positivo para la sociedad,
puesto que han creado herramientas, vacunas, medios que han favorecido la
comunicación y la calidad de vida de sus integrantes.
·
El aumento de la violencia en
todas sus expresiones.
·
Una marcada separación entre
cuerpo y espíritu.
La sociedad occidental se configura hoy, como
una sociedad material, industrial y propia del consumo.
Pues bien, llamamos sociedad de consumo a una
sociedad que surge a partir de los años cincuenta y sesenta, etapa de avanzado
desarrollo industrial y capitalista, donde el incremento de la producción y la
mejora de la capacidad adquisitiva de una parte de la población, hicieron que
la sociedad de Europa occidental y la norteamericana entrara en este tipo de
sociedad que llamamos de consumo. Se caracteriza por el consumo masivo de
bienes y servicios, los cuales tenían como finalidad mejorar el confort
doméstico, y eran ofertados a una población que tenía la necesidad y la intensión
de superar la miseria.
En un primer momento se dio el consumo masivo
de electrodomésticos, mayoritariamente de automóviles, símbolo de confort y
bienestar. Luego, surge una generación de productos con mayor sofisticación,
tales como cadenas, microinformática, telefonía sin cable, discos compactos.
Consumo y consumismo no son sinónimos, sino que
al referirnos a consumo hablamos de satisfacer las necesidades presentes o
futuras, mientras que consumismo es referido a la acumulación, comprar o consumo
de bienes y servicios los cuales no son esenciales. El consumismo es promulgado
por diversos factores que crean las hoy en día llamadas necesidades
artificiales.
Los anteriores aportes, nos dan bases y
fundamentos para crear nuestra cartilla electrónica, teniendo como fuentes
principales las definiciones de cultura, espacio y la sociedad occidental, sus
orígenes e implicaciones que ha tenido en el transcurso de la historia hasta
configurarlo cómo lo es hoy en la actualidad.
Habría que decir también, que la sociedad
occidental más que ir en sentido contrario a la sociedad oriental, es una
construcción social que con el tiempo se ha inclinado por su industrialización
y lucha del poder.
Como conclusión, cada grupo social hace un uso
y una interpretación particular del tiempo y del espacio, de ahí que las
distintas prácticas sociales estarán siempre mediadas a través de las
significaciones que realicen de las mismas. Sin embargo, hoy en la construcción
de la idea del espacio se suman las múltiples imágenes que todos los días vemos
de distintos paisajes que nos permiten comprender la totalidad del mundo pero
al mismo tiempo simplificarlo, fracturarlo y fragmentarlo.
“Cualquier
idiota inteligente puede hacer que las cosas sean más grandes, más complejas y
más violentas. Pero hace falta una chispa de genialidad y mucho corage y
atrevimiento para ir en la dirección contraria”. Albert Einstein
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